Pacientes y expertos coinciden: la vitamina D debe ser incluida en los análisis de Atención Primaria

La Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), junto con Agencia Raíz, organizó el pasado 29 de junio el debate “Vitamina D: controversias y evidencias 2021”, en el que se habló sobre la repercusión de la vitamina D en la población y en los pacientes con osteoporosis.

Con invitados expertos en el sector como el Dr. Francisco López Medrano, médico del Hospital Universitario 12 de Octubre, Xavi Granda, periodista especializado en salud y Carmen Sánchez, tesorera de AECOSAR, se hizo patente la necesidad de dar más importancia a esta hormona en la atención primaria actual.

¿Qué es la vitamina D?

Aunque su nombre nos pueda crear una confusión, la vitamina D no es una vitamina, sino una hormona. Las vitaminas son sustancias que tomamos del exterior dado que el organismo no puede sintetizarlas; sin embargo, la vitamina D sí que se sintetiza a través de fuentes como los rayos solares. Por ello, es fundamental la exposición solar para una correcta sintetización y, en el caso de que estemos expuestos a pocas horas de sol, son necesarios los suplementos de forma fisiológica.

Es importante también diferenciar los distintos tipos de moléculas que forman la vitamina D: el colecalciferol, que se encuentra en los alimentos y se sintetiza en la piel por los rayos del sol, y el calcidiol o calcifediol, forma intermedia que se sintetiza en el hígado.

La importancia de la letra pequeña

En España se comercializan tanto colecalciferol como calcidiol y, aunque las dos formen parte de la vitamina D, no se pueden utilizar como equivalentes. El calcidiol, por ejemplo, produce un aumento más rápido de los niveles en sangre de esta hormona y podría llegar a provocar una intoxicación de vitamina D.

Es por este hecho que el Dr. López apunta a que se debe ser cauto en la interpretación de la información, la letra pequeña y las dosis y las cifras, para así saber de cuál de las dos moléculas se nos está hablando y poder tomar la cantidad correcta.

La diferencia entre suplementación y tratamiento

Es fundamental conocer los niveles de vitamina D para determinar si es necesario llevar a cabo un tratamiento de hipovitaminosis o una suplementación. A menudo solemos confundir estos dos conceptos, pero no tiene nada que ver un tratamiento de hipovitaminosis con la toma de suplementos de personas que ya parten con buenos niveles de vitamina D.

Unos niveles bajos de vitamina D aumentan el riesgo de infecciones, ya que ésta genera catelicidinas (antibióticos naturales) frente a la incidencia de infecciones. Estudios demuestran que las personas con bajos niveles de esta hormona tienen con frecuencia más infecciones y más posibilidades de infección grave.

La vitamina D, clave en el tratamiento de la osteoporosis

La vitamina D no sólo genera catelicidinas, también es una gran aliada para nuestros huesos y su mantenimiento, ya que favorece la absorción del calcio a través de la formación de osteoblastos. Por ello, debe ser una parte esencial del tratamiento del paciente con osteoporosis y así poder evitar los denominados “huesos blandos”.

Como indica Carmen Sánchez (AECOSAR), muchos pacientes, a pesar de tener en su tratamiento suplementación de vitamina D, desconocen su importancia. Por consiguiente, los médicos de atención primaria deben involucrar al paciente, informarle sobre ella, hacer una buena explicación del tratamiento y su posología y coordinarse con la atención especializada para poder hacer un buen seguimiento.

Dados estos hechos, tanto los expertos invitados al debate como pacientes coinciden en la importancia de reclamar que a los médicos de atención primaria se les permita incluir en sus análisis los niveles de vitamina D, una hormona que, como hemos visto, es esencial para el buen funcionamiento del organismo y el cuidado de nuestras articulaciones.

En OAFI Radio tuvimos el placer de contar con el Dr. Javier Sobrino, con quien también hablamos de la vitamina D. Aquí puedes echarle un vistazo: